Jan Oblak está nominado al premio The Best al mejor guardameta del mundo junto a Alisson (Liverpool) y Neuer (Bayern). El portero del Atlético, que está cuajando un gran inicio de temporada, ha concedido una entrevista para FIFA donde habla de sus inicios, de su trayectoria, de su momento como rojiblanco…
—El ‘milagro’ de Eslovenia.
—Tenemos deportistas buenísimos tanto en deportes individuales como colectivos. Siempre hemos tenido grandes jugadores de baloncesto, también futbolistas que han destacado… Creo que es porque nos gusta mucho el deporte y por nuestra mentalidad. Somos bastante fríos de cabeza y eso para el deporte viene muy bien.
—¿Cómo empezó en el fútbol?
—De pequeño practiqué muchos deportes, pero el fútbol siempre fue mi prioridad. Mi padre jugaba, aunque no como profesional. Era portero y yo lo imitaba y quería ser como él. Por eso también desde pequeño quise ser portero. Al principio jugué algún partido de delantero, pero siempre quería quedarme en la portería. Me siguen encantando deportes como el baloncesto, el tenis… Los practico y me gusta verlos también. Antes de convertirme en profesional también esquiaba mucho.
—Ídolos de la infancia.
—Cuando veía partidos de los grandes de Europa me fijaba en los porteros. Y como la forma de un jugador no siempre es igual todos los años, a lo mejor un año me gustaba Buffon, otro año Casillas, Schmeichel, Dida… A todos los que admiraba, pero mi primer ídolo fue mi padre.
—¿Ser el mejor portero del mundo era su sueño?
—Cuando era pequeño no se podía ver tanto fútbol internacional, así que el primer sueño fue jugar en el club en el que entrenaba. Luego vas progresando, cumpliendo sueños y llegan otros nuevos. Cuando vi que podía convertirme en profesional y jugar a un alto nivel, empecé a soñar con eso de ser el mejor y ganar todos los títulos posibles. Es para lo que entrenas cada día.
—The Best al mejor portero.
—La gente se fija en quien marca el gol y no en quien lo para. Hay grandes porteros que nunca han sido reconocidos como los mejores. Y al final, en el campo, somos todos iguales: unos tienen que marcar y otros que parar, así que es bueno tener un premio para porteros. Así algún portero puede ser reconocido no solo con eso del ‘qué bien juega’, sino que, al llegar los premios, también puede ganar. Es bueno para el fútbol, para nosotros y para los aficionados.
—Nominado con Alisson, Courtois, Keylor Navas, Neuer y Ter Stegen. ¿Qué supondría ganarlo?
—Sería algo muy bonito. El estar nominado ya muestra que estás en el buen camino. Son premios individuales, pero van de la mano de los logros colectivos. Al final, el portero y el jugador que tienen más opciones de ganar los The Best son los que han ganado la Champions, su liga… Ganar títulos colectivos es lo que te da más opciones de ganar estos premios individuales. Nosotros el año pasado no lo conseguimos, pero estoy feliz de estar nominado. Ganar sería algo espectacular tanto para mí como para el Atleti, porque el portero no juega solo y el equipo tiene que ayudarte para que tú puedas estar nominado y ganar.
—Su parada preferida: ¿al Leverkusen (2017)?
—Seguramente esa triple parada es de la que más se habla cuando sale mi nombre, y probablemente de aquí a muchos años va a seguir apareciendo en la televisión o internet, pero no soy una persona que se fije en una parada en concreto. Cada una es importante porque evitas un gol (risas). También muchas veces pasa que hay paradas que parecen fáciles, pero tú, que estás en la portería, sabes que esa es más complicada que alguna otra estirada que queda muy bonita para la foto. Tiene que ver con la colocación.
—Su mejor cualidad.
La colocación es de las más importantes. Si siempre estás o intentas estar en el sitio correcto es más fácil y tienes menos trabajo. Luego cada equipo juega de una manera, cada entrenador pide una cosa a su portero y al final tú haces lo que te pide el entrenador. Si te pide jugar con los pies vas a jugar con los pies, si te pide sacar en largo lo vas a hacer… Pero de mis cualidades, seguro que una de las cosas buenas es la colocación.
—¿Es de los que habla mucho a sus compañeros o solo en ocasiones concretas?
Estoy bastante pendiente y hablo mucho durante los partidos. No es que sea ‘el listo’ de atrás que ve las cosas mejor que nadie (risas), pero intento ayudar, sobre todo a los centrales, laterales y medios defensivos. A veces veo espacios abiertos que ellos creen cerrados, o no ven lo que tienen a su espalda y yo sí… Cuanto más hablas y comunicas en el campo más fácil es para todos, así que nos ayudamos unos a otros.
—A por el quinto Zamora…
—No me fijo en números, porque la cosa puede cambiar muy rápido y de repente encajar varios goles en varios partidos seguidos. Más que mirar ese premio, intento encajar el menor número de goles posibles, porque nos da más posibilidades de ganar.
—¿Liga o Champions?
No puedo elegir uno, porque me gustaría ganar todos. Es muy complicado, porque jugamos en una Liga donde hay grandes equipos, e igual en la Champions… Hemos estado cerca de la Champions, no la hemos conseguido y tengo fe y el sueño de poder ganarla, pero no tengo un título preferido. Mientras esté en el Atleti voy a intentar ganar todo lo que juego, y ojalá este año podamos ganar algo. En la Liga vamos por buen camino, pero queda muchísimo. Hay que seguir en esta línea.
—Ídolo para la afición del Atlético.
—Al principio al llegar fueron meses duros, pero cuando empecé a jugar de titular siempre sentí el cariño de la gente y ahora les echo mucho de menos en el campo. Sé que la gente me valora y estoy aquí para ayudar al Atleti. Un futbolista nunca sabe cuánto tiempo se va a quedar en un club, pero llevo aquí 7 años y hasta ahora todo ha ido bien. Todo es más fácil cuando la afición te quiere, porque te da confianza y te ayuda a sacar lo mejor de ti.
—El reto de Eslovenia.
—Cuando era pequeño vi a Eslovenia en el Mundial 2002, también en la Eurocopa 2000, y ya más tarde al Mundial 2010. Y cuando ves lo feliz que estaba la gente… Me encantaría traer de vuelta esa felicidad al país. Y no solo por ellos. Para mí jugar un Mundial o una Eurocopa sería un sueño; un sueño de infancia que querría cumplir y voy a hacer todo lo posible para lograrlo.