Es normal que algunos jugadores cuando acaban su carrera en el club de su vida, decidan saltar al campo para dar una última vuelta por el estadio que les vio triunfar, acompañado de sus familiares. Pues Memphis Depay quiso adelantarse a los acontecimientos futuros -al estilo de la profecía que le pronosticó el abuelo del holandés cuando le regaló al cumplir los cinco años una camiseta del Barcelona, asegurándole que «algún día jugarás en este club»- y nada más finalizar el acto de presentación, el delantero se puso a dar la vuelta por todo el estadio, caminando de manera parsimoniosa, y acompañado por el jefe de seguridad y un responsable de protocolo.

Parecía evidente que Memphis estaba disfrutando del momento y lo quería hacer casi en solitaria, sin la presencia de sus familiares y amigos, que le esperaron pacientemente en la entrada del vestuario. Joan Laporta también fue testigo de este extraño ritual, que marca la fuerte personalidad del delantero holandés, que destacó en varias ocasiones el presidente blaugrana durante la presentación.

Memphis tardó casi diez minutos en dar la vuelta a todo el campo. Después se hizo algunas fotos con sus familiares y amigos, que estuvieron esperándolo pacientemente, para después marchar ya del Camp Nou, acompañado de miembros de seguridad del club.

No hay duda de que gestos así demuestran que Memphis es un jugador especial, alguien que ‘enganchará’ muy pronto con la afición blaugrana. El tópico de todas las presentaciones, «he cumplido un sueño que tenía desde pequeño», en su caso parece que se ajusta bastante a la realidad.