Álvaro Cervera ha dado una identidad al Cádiz en los cinco años que lleva al frente del equipo amarillo. El técnico saca el mayor partido de sus jugadores, incluso cuando estos no juegan en su demarcación preferida, bien sea por elección del técnico o para cubrir alguna baja como medida de parche. Los resultados a la vista están y es que el equipo de la Tacita de Plata consiguió la permanencia virtual tras su victoria en Granada y mañana ante el Huesca puede finiquitar la permanencia matemática.
Los cambios de posición de Cervera van más allá que el movimientos de simples piezas. La temporada comenzó con sorpresa en el esquema inicial. Cervera, un amante del 4-2-3-1, con el que se consiguió el ascenso a Primera, variaba su idea para mutar al 4-4-2. La llegada de Negredo y el buen momento con el que acabó Lozano la temporada pasada, propició esta variación. Lo primero que ocasionaba era que se perdía la figura del mediapunta original, lugar donde venía jugando Álex. Por otra parte, cabe decir que José Mari es innegociable en este equipo y su participación es capital; y si a esto le añadimos la irrupción de Jonsson en la medular, sólo queda una posible recolocación de Álex. Lo que para muchos podía ser un quebradero de cabeza, no lo fue para Cervera. Álex ha jugado gran parte de la temporada entrando por banda. El madrileño necesitó un periodo de adaptación, pero pronto se vio involucrado en el juego. Esta temporada ha marcado cuatro goles y ha dado una asistencia.
Otro de los cambios de posición clave en la presente temporada, fue el de Fali, de central a mediocentro. Lo que en principio parecía un parche, se convirtió en otro acierto de Cervera. Las lesiones de José Mari ocasionaron esta variación y el valenciano incluso llegó a jugar por delante de algunos mediocentros. Todo comenzó ante el Getafe, en la primera vuelta y desde ahí enlazó varios partidos en dicha posición en los que su nivel fue muy alto. Con la vuelta de José Mari, Fali volvió a sus sitio en el centro de la zaga donde es indispensable.
Quizá es en el lateral izquierdo donde más problemas ha encontrado Cervera esta temporada. Primero, porque Espino no tiene rival en esta demarcación. El uruguayo es el jugador de campo con más minutos disputados, además de ser el máximo asistente del equipo. A esto hay que añadir que su sustituto natural es Quezada, que sigue recuperándose de su lesión. Pues bien, cuando el lateral ha faltado, Cervera ha tenido que pensar movimientos. La primera decisión que tomó fue la de situar a Jairo en dicho lugar. El canario respondió en su condición de parche e incluso se asomó a la portería rival, anotando el gol de la derrota de los amarillos contra la Real Sociedad, en el partido de la segunda vuelta.
Por último, pero sin dejar el puesto de lateral zurdo, cabe destacar el papel de Akapo en los dos últimos partidos. De nuevo, la baja de Espino, en esta ocasión por acumulación de amarillas, no fue un problema para Cervera. Ante el Valladolid, en la jornada anterior, el guineano ya tuvo unos minutos en esa banda para probarse y fue fundamental. En el minuto 90 rechazó un disparo de Sergi Guardiola para evitar la derrota de los amarillos. Contra el Granada repitió en el lateral zurdo, y de nuevo volvió a mostrar un alto nivel. El enésimo triunfo del ajedrecista Cervera.