Un error como punto de inflexión. Rubén Blanco cometió un innecesario penalti sobre Eden Hazard en el Santiago Bernabéu y Sergio Ramos se encargó de ejecutarlo con acierto para poner a los merengues por delante en el marcador. Desde esa pena máxima nadie ha sido capaz de volver a batir al portero del Celta, al cancerbero de moda en LaLiga.

eganés, Granada y Getafe se han topado en las tres últimas jornadas con los reflejos del mosense. Suma 295 minutos sin encajar, un registro que nunca había alcanzado desde que en 2013 subió al primer equipo siendo un adolescente de 16 años.

Su anterior récord de imbatibilidad era de 253 minutos. Lo había fijado en la recta final de la pasada campaña. Mantuvo la portería a cero en Butarque y contra el Barcelona. Raúl García puso fin a esa racha en San Mamés.

El meta canterano superará otra barrera la próxima jornada. Ante el Villarreal jugará su partido 26 este curso, una cifra a la que nunca ha llegado en Primera.

Al constante crecimiento de Rubén bajo los palos se ha unido desde enero la solidez que ha aportado a la defensa la incorporación de Jeison Murillo. En ocho encuentros con el central colombiano, el Celta solo ha sufrido cinco tantos. Es la mejor defensa de LaLiga en lo que va de segunda vuelta.

El cancerbero se une al grupo de apercibidos
No se trata de una amenaza habitual para los porteros, pero Rubén corre el riesgo de perderse una de las once jornadas que faltan para la conclusión del campeonato debido a la acumulación de tarjetas. En Getafe recibió su cuarta amarilla. Sánchez Martínez se la mostró por pérdida de tiempo a la hora de partido. Por ese mismo motivo el guardameta ya había sido amonestado en Bilbao y en el Wanda Metropolitano, mientras que la otra cartulina la vio en la apertura de LaLiga contra el Real Madrid por protestar. Si el de Mos tuviera que cumplir ciclo, su puesto lo ocuparía Sergio Álvarez, siempre y cuando no estuviera sancionado. Aunque no se encuentra en una situación tan límite como la de su compañero, ‘O Gato’ acumula tres amarillas, dos de ellas por protestas desde el banquillo. Lucas Olaza, Joseph Aidoo y Santi Mina son los jugadores de campo que están al borde de la suspensión. Si son amonestados el sábado frente al Villarreal, no podrán jugar en Pucela.